Paz

Petama Tema Octubre

La Pena de Sentirse Perdido

desde: Hazrat Inayat Khan:

'Amin the Faithful Trustee – Acto 3, Escena 1'

(véase también Foro)

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El hogar es un mundo; la vida fuera del hogar es el inframundo, pero este desierto es mi Paraíso.

Sólo me siento yo mismo cuando estoy solo. Es entonces cuando miro el mundo entero como un espectador. Debe de haber alguna razón por la que me atrae este lugar.

Hay muchas razones, pero ¿cuántas se pueden explicar? La pesada responsabilidad de la vida doméstica y la continua lucha con el mundo exterior; la pequeñez del carácter humano; la naturaleza siempre cambiante de la vida; la falsedad que existe en la vida de la generalidad; la ausencia de justicia y la falta de sabiduría; todas estas y muchas otras cosas hacen que la vida me resulte insoportable.

Además, las influencias siempre perturbadoras que vienen de todas partes afectan a mi sensible corazón y a veces me hacen sentir perdida. Sólo aquí, lejos de la continua agitación de la vida en el mundo, encuentro algo de descanso.

Y, sin embargo, me pregunto si mi corazón está realmente en reposo. No, mi corazón no puede estar realmente descansado. Si estoy aquí lejos del mundo y mis semejantes están en medio de la agitación, eso no puede darme la paz que deseo; mantiene mi mente inquieta.

¿Qué podría hacer para mejorar la condición de mi pueblo? ¿Trabajaré y seré rico, y les ayudaré con mis riquezas? Pero, ¿hasta dónde llegarán esas riquezas para satisfacer sus infinitas necesidades? ¿Seré poderoso y los controlaré y gobernaré? ¿De qué serviría eso? Sólo los convertirá de siervos en esclavos. ¿Les enseñaré bondad? Pero, ¿a quién pertenece la bondad? Pertenece a Dios.

Yo mismo debo buscar a Dios antes de hablar de bondad a mis semejantes. ¿Y dónde lo encontraré? Si lo encuentro en alguna parte, es aquí, en la soledad, donde mi alma se siente libre. Me compenetro con la naturaleza. Podría sentarme aquí en silencio durante días, contemplando este amplio espacio de horizonte infinito, donde ni siquiera un pájaro hace ruido con el aleteo de sus alas. No necesito intentar callar aquí; el silencio reina aquí, las esferas son el silencio mismo.

Oh, Tú, Amado anhelado, si en algún lugar se te encuentra, es aquí. No hablo, no hablaré; sólo escucho, escucharé. Háblame. (Amin se sienta en silencio. Una VOZ llega a él).


Háblame desde el interior, mi Señor

Los oídos de Tu siervo están escuchando.

 

Vadan - Alankaras


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