Sympathy

Foro Marzo

Corazón Humano - Santuario de Dios - 1

desde: Hazrat Inayat Khan:

'In an Eastern Rosegarden'

(véase también Consejero)

Aquí podéis escuchar a todos los temas



Qué hermosas son las palabras del Profeta: ‘El santuario de Dios está en el corazón de un ser humano’. ¡Qué cierto es esto! ¿Encontramos a Dios en una mezquita, en un templo, en una iglesia o en cualquier otro lugar donde se cantan himnos y se reza? ¿Se Le puede encontrar donde no hay amor? No se encuentra en las casas que los seres humanos han construido para el culto.

No son más que escuelas para niños, y sus patios de recreo. A los niños les gusta jugar con juguetes, y sin embargo se están preparando para otra cosa. Cuando hayamos llegado a conocer la verdadera belleza de Dios, descubriremos que sólo habita en un lugar: en el corazón de un ser humano. Dios es amor, y se encuentra en el corazón de nosotros, los seres humanos.

Quien comprende esto puede adorar a Dios incluso en un ser humano, porque cuando se atiene a esta filosofía siempre será consciente de que en cada aspecto y en cada momento puede estar hiriendo o lastimando los sentimientos de Dios, que corre el peligro de romper el santuario de Dios al romper el corazón de su semejante.

Podría pensarse que los filósofos, los místicos y los sabios, que están tan cerca de Dios, podrían tomarse demasiadas libertades con el mundo. Pero son, por el contrario, los más tiernos y sensibles hacia la humanidad. Están dispuestos a compartir los problemas de cualquiera, a compartir las penas de cualquiera, a compartir la depresión y la desesperación de cualquiera. Están dispuestos a consolar a cualquiera con sus palabras, a ayudar con su servicio y a dar siempre su simpatía a quien lo necesite. No se arredran ante ningún sacrificio de tiempo, dinero, placer o comodidad.

Como enseña Cristo: ‘A cualquiera que te compela a ir una milla, ve con él dos millas’.

¿Qué nos enseña todo esto? Todo es una lección de simpatía hacia nuestro prójimo, para enseñarnos a compartir sus problemas, su desesperación. Porque quien experimenta realmente esta alegría de vivir, se da cuenta de que llega a ser tan grande que le llena el corazón y el alma. No importa si tiene menos comodidades o una posición inferior a la de muchos en este mundo, porque la luz de su bondad, de su simpatía, del amor que crece, de la virtud que brota en su corazón, todo llena el alma de luz. Ya no hay nada que le falte en la vida, porque se ha convertido en el rey de ella.

Una tal persona se transforma en un sanador, un verdadero sanador. Cura a una persona con su mirada, con una palabra amable, con su mano, con su consuelo, con su naturaleza. ¡Qué curación!

Sin pretensiones, con modestia; la verdadera curación se produce cuando un ser humano se solidariza con el problema de otro y le echa una mano. Es el poseedor del verdadero vino. El que puede enviar desde sus ojos la mirada que demuestra la simpatía y la ayuda que está ansioso por dar, ¡qué poder curativo tiene! ¿No es como un pájaro joven que es acogido bajo las alas de una criatura?

No puede haber un proceso de curación más hermoso que éste entre todos los diferentes métodos por los que la gente se ha esforzado en curar.


Mi corazón espera pacientemente Tu Palabra,

sordo a todo lo que viene de fuera.

Oh Tú, que estás consagrado en mi corazón,

háblame de nuevo; tu voz exalta mi espíritu.

 

Gayan - Ragas

(Maheboob Khan, el hermano de Hazrat Inayat Khan, ha compuesto música a una serie de aforismos de Hazrat Inayat Khan en mitades del siglo anterior, como ésta ‚How Shall I thank Thee‘. Mohammed Ali Khan, el primo de Hazrat Inayat Khan, ha cantado esta canción en un concierto en Zurich alrededor del año 1956 – aquí la podéis escuchar)


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